viernes, 13 de enero de 2012

Lo siento, siento haberte fallado, siento no haber sido lo suficientemente buena para ti, siento que todos nuestros recuerdos se desvanezcan, pero no puedo cambiar nada porque esto, esta situación de dolor, de lágrimas y de insatisfacción, la has elegido tú no yo, y no puedo cambiar nada. Que sí, que claro que me gustaría pasar todos los días cogida de tu mano, entre tus brazos, que me abraces con fuerza cada vez que me veas como si nunca más volviera a estar junto a ti. Que me beses, lentamente, rápidamente, me da igual con tal de sentir tus labios sobre los míos. Que todas las tardes sean memorables porque estoy contigo y sentir que no hay un cielo lleno de maravillas porque el mejor paraíso lo tengo yo a tu lado. Claro que me gustaría que me vinieras a recoger todos los días del colegio y llevarme paseando a mi casa, a la tuya, a un parque, no me importa el lugar siempre que estemos juntos. Y no te voy a mentir, pensé que esto sería para siempre, pensé que sentías al menos la quinta parte de lo que yo sentía por ti, pero veo que no, que valgo ni para que me mires. Y si ahora tu has dicho que se había acabado, que no podíamos seguir con esto, lo aceptaré e intentaré no mirarte, no hablarte, hacer como si no existieras porque es eso lo que te hace feliz, pero nunca renunciaré a dejar de imaginarme un bonito futuro juntos que nunca llegará a ser real.