domingo, 6 de mayo de 2012

Hace mucho que descubrí que en el fondo del mar, hace tiempo que la Sirenita dejó de vivir, que papá y mamá no me podían proteger de todo, que el mundo de ''Nunca Jamás''quedaba demasiado lejos como para ir lo a visitar, que las heridas del corazón duelen más que las heridas de las rodillas, entendí, que por muy mal que lo pasara no habría hada madrina, ni hechizo que a las doce desapareciese. Comprendí que no se madura con los años sino con los daños y que, los errores, están permitidos, porque de ellos se aprende, por ejemplo: tú eres uno de ellos.