domingo, 22 de julio de 2012

“Prometieron que se encontrarían aunque nunca más volverían a verse. Él pensó que así ella sería algo más feliz. Ella creyó su promesa con la esperanza de que se cumpliera algún día. Ambos sabían que aquél fugaz encuentro había terminado para siempre. Los mejores días de sus vidas fueron aquellos que nunca volverían a repetirse.
Prometieron quererse para siempre, aunque fueran un recuerdo.”